La nueva concepción y paradigmas aprendidos en la maestría, sólo fue posible gracias al cuerpo docente de reconocida solvencia académica superior al grado y trayectoria profesional, y sobre todo a la calidez y eficiencia del equipo administrativo-académico de la maestría, conjuntamente con una infraestructura por demás adecuada para un estudio de esta naturaleza.