La elección de la fecha, el 1º de Mayo de 1886, recuerda a un grupo de obreros estadounidenses, luego rebautizado "los Mártires de Chicago", quienes se movilizaron en reclamo de diferentes reivindicaciones laborales, entre ellas el pedido de reducción de la jornada laboral a 8 horas. La protesta, llevada a cabo inicialmente por 80.000 trabajadores, desembocó en una huelga nacional que afectó a numerosas fábricas. La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un hito en la historia laboral, instaurándose aquella fecha como el "Día del trabajador".
En Argentina, el día del trabajador se conmemora desde fines del siglo XIX. El primer acto se realizó en 1890, en el Prado Español de la ciudad de Buenos Aires, y contó con la participación de numerosos movimientos obreros, integrados en su mayoría por inmigrantes alemanes, italianos, españoles y portugueses. Con este acto se inicia en el país la tradición de recordar, cada 1º de Mayo, el "Día del trabajador".