Nota del Decano a la comunidad de la FCE - Presencialidad 2022
El decano Eduardo De Giusti comparte algunas sensaciones sobre el camino recorrido hasta el día de hoy, un breve diagnóstico de la situación actual y las líneas de acción para el año que viene.
Estimados docentes, nodocentes y estudiantes:
Me acerco a ustedes en esta oportunidad para compartir algunas sensaciones sobre el camino recorrido hasta el día de hoy, un breve diagnóstico de la situación actual y las líneas de acción que hemos delineado para el comienzo inminente del 2022.
Los últimos 18 meses han sido profundamente complejos para toda la comunidad de la FCE UNLP. Hemos transitado por un período sin precedentes y el COVID-19, en mayor o menor medida, ha impactado en cada uno de nosotros ya sea en términos personales, sociales y/o laborales. La Facultad, eje esencial de nuestra vida cotidiana, no ha permanecido ajena a este proceso.
Lamentablemente aún estamos inmersos en un contexto incierto, dinámico y cambiante. La pandemia no ha concluido, son muchas las variables no controlables y las dificultades para predecir su comportamiento a futuro son cada vez mayores, así como la imposibilidad de evaluar con certeza su potencial impacto en la sociedad y, por transitividad, en la Unidad Académica.
¿Cómo transitamos el período marzo 2020 – diciembre 2021?
Lo he mencionado en otras ocasiones, pero sinceramente estoy convencido de que este año y medio hemos estado a la altura de las circunstancias. Adoptamos medidas de emergencia acordes con una situación inédita y con ellas hemos logrado sostener el proceso educativo. Por todo lo realizado solo puedo decirles GRACIAS... GRACIAS... y MUCHAS GRACIAS.
Creo fervientemente en lo que me ha enseñado esta institución respecto a que la educación pública se defiende funcionando, dando clases (sean virtuales o compartiendo el espacio físico) y no resignando nunca ese vínculo fundante entre docente y estudiante. El escenario tan particular al que nos enfrentó el 2020, no nos ofreció alternativas y nos obligó a implementar un modelo no presencial si queríamos evitar suspender, por tiempo indeterminado, las actividades formativas. Con el compromiso y el esfuerzo incalculable de todos, logramos que la totalidad de los cursos (más de 1000 de grado y 300 de posgrado) fueran dictados bajo el formato de esa nueva “normalidad”.
El pasado mes de julio y con un panorama más optimista sobre la situación epidemiológica y sanitaria, nos propusimos “reabrir las puertas de la FCE UNLP” de manera gradual, responsable y cuidada. Para ello, las Secretarías de Planificación y Control Institucional, de Asuntos Académicos, de Bienestar Universitario, de Administración y Finanzas y la Administrativa diseñaron en conjunto un proyecto que fue consensuado con el Consejo Directivo. La propuesta estableció una reapertura por etapas donde el foco estaba colocado en lo que se consideraba absolutamente imprescindible e impostergable: reforzar el proceso educativo. En este marco, escalonada y optativamente, regresaron los docentes y estudiantes a la Facultad a realizar distintas actividades y/o a emplear sus servicios. Se desarrollaron actividades académicas y evaluaciones presenciales optativas, se reanudó el servicio de biblioteca, se habilitaron nuevos espacios de lectura, se reestablecieron los permisos para el uso de las salas de computación, etc.
Una vez más quedó en evidencia el nivel de compromiso de toda la comunidad universitaria: la buena predisposición de sus docentes, el firme involucramiento de los estudiantes, el valioso aporte de los trabajadores Nodocentes y el acompañamiento del Centro de Estudiantes y de las restantes agrupaciones estudiantiles que, sin lugar a duda, demostraron un comportamiento ejemplar. Todos han sido parte fundamental de lo que se ha logrado, han sido protagonistas irremplazables y deseo que, como yo, lo sientan de ese modo y estén orgullosos de ello.
¿Qué nos espera en febrero 2022?
Nuestra institución está preparada para dar inicio a una nueva etapa. Con los distintos claustros hemos coincidido en que:
- se ha hecho lo mejor posible durante 2020 – 2021,
- los resultados académicos reflejan que la trayectoria educativa ha sido lesionada,
- los estudiantes de los ciclos iniciales han sentido más intensamente que nunca las dificultades de la transición de la escuela media a la universidad,
- la solución coyuntural que se adoptó no puede ser sostenida en el tiempo indefinidamente, y que
- se ha vuelto necesario e ineludible recuperar grados de presencialidad.
Ante este diagnóstico y tal como hemos hecho hasta ahora, trabajamos mancomunadamente el equipo de gestión, los consejeros directivos, los directores de los departamentos disciplinares, los directores de las áreas Nodocentes y todas las agrupaciones estudiantiles y logramos acordar que ha llegado el momento de avanzar hacia una nueva instancia.
Somos conscientes que no es sencillo prever lo que nos deparará el destino en los próximos meses, sin embargo, con una visión positiva y a partir de los datos relevados nos animamos a delinear nuevas políticas y estrategias convencidos que la pandemia se desenvolverá en forma “controlada” y confiados en que el escenario epidemiológico evolucionará favorablemente. Un contexto de estas características nos permitirá implementar los proyectos y las propuestas diseñados los cuales se hallan centrados en alcanzar “amplios niveles de presencialidad”. Poseemos la convicción de que el funcionamiento e intercambio presencial sostenido da lugar a una construcción más sólida de la identidad del “estudiante universitario” en todas sus dimensiones, a que el proceso de formación sea más completo e integral y a que la Facultad recobre su vida y se vuelva “más disfrutable”. Esta decisión de buscar “amplios niveles de presencialidad” implica llevar a delante bajo esta modalidad las actividades académicas (talleres optativos de ingreso, cursos curriculares, tutorías, etc.), las actividades extracurriculares (jornadas, exposiciones y simposios) y las actividades vinculadas a las distintas instancias institucionales (actos, ceremonias y sesiones de Consejo Directivo, entre otras) para que logren recuperar así su diferencial positivo. En síntesis, creemos que una casa de altos estudios de espacios compartidos logra más consistentemente a través de sus valores, conductas y ejemplos, transmitir y contribuir a vivir la experiencia universitaria en forma más plena y cabal.
Me encuentro convencido de que esta decisión, una vez más, será acompañada por toda la comunidad de nuestra FCE UNLP. Estoy seguro de que estamos del mismo lado, trabajando por una Facultad abierta, que privilegia los intereses institucionales por sobre los individuales, que busca su evolución permanente, que cree en la construcción en base al diálogo y el consenso y que, por sobre todas las cosas, no duda en que la mejor manera de defender la educación pública y lograr su mejor versión, es haciéndola funcionar plenamente.
Mg. Eduardo Andrés De Giusti
Decano de la Facultad de Ciencias Económicas UNLP