Por Unidad de Comunicación Institucional FCE UNLP

"La pregunta fundamental es qué futuro tiene la clase presencial" - Entrevista a Hernán Alonso

 

¿Cómo se modificó la transmisión de saberes a los alumnos teniendo en cuenta la virtualidad imperante?

- Mover repentinamente toda la actividad a la modalidad virtual fue como experimentar el “ice bucket challenge” para la gran mayoría de docentes y autoridades. Percibo que los estudiantes, en líneas generales, estaban bastante avanzados en el empleo de las herramientas digitales y muy bien predispuestos a emplearlas.

En nuestro caso, el equipo docente, ya se encontraba acostumbrado a  coordinarse en tiempo real. La construcción de un equipo, previo a la pandemia, nos permitió adecuarnos rápidamente, pudiendo mantener los estándares de calidad sin inconvenientes y mantener el calendario de actividades tal como estaba previsto al comienzo de la cursada. La transmisión de saberes se realiza actualmente usando una paleta de actividades más continuas y variadas, que requieren un esfuerzo tremendo de rediseño de la cursada y acciones de seguimiento. Es un proceso mucho más continuo, para el que se necesitan un acompañamiento permanente. El cambio es estructural, pero las herramientas disponibles no suponen tener que relajar los estándares de performance.

 

En el marco de la asignatura que usted dicta ¿qué puede destacar del rendimiento académico de los estudiantes en el contexto de clases a distancia? ¿Considera que esta metodología modificó el compromiso de los alumnos con el desarrollo curricular?

- Lo que notamos muy claramente es una mayor cantidad de estudiantes presentándose a los exámenes parciales, y una performance similar en términos de porcentajes de aprobación.  Seguimos observando un problema claramente presente en la pre-pandemia, que es la tendencia a memorizar e incorporar mecánicas de resolución de ejercicios, más que a estudiar para aprender. La incorporación de la instancia oral, como condición de aprobación de finales, pone esto de manifiesto de manera muy marcada, pero lo hemos estado hablando mucho con los alumnos, lo cual es positivo, aunque demanda mucho más tiempo.

El compromiso de los alumnos no creo se haya modificado. Veo peligroso el abuso de las herramientas digitales, y que éstas puedan saturar a los alumnos. Sostener el compromiso de los estudiantes requiere de mucho más acompañamiento, es parte de la instantaneidad típica de la interacción digital. Para esto debe ordenarse, por eso el esfuerzo de diseño es enorme.

 

Teniendo en cuenta esta experiencia ¿qué futuro le augura a las clases virtuales en el proceso enseñanza-aprendizaje?

- El dictado de cursos a distancia tendrá un lugar importante dentro de la metodología de enseñanza. La pregunta fundamental es qué futuro tiene la clase presencial, qué valor agrega a las actividades que pueden desarrollarse a distancia. En este sentido, creo que la virtualidad se quedará con mucho de la “clase magistral” tradicional, y la presencialidad involucrará menos encuentros, mucho más participativos, de discusión dirigida por el docente respecto de las actividades desarrolladas a distancia.

 

Desde su rol ¿considera que la llamada “nueva normalidad” impactó en la instancia de evaluación de los alumnos?

- Respecto de las evaluaciones, la evaluación a distancia lleva a una metodología de mayor continuidad (más instancias), mayor participación (vemos que más alumnos se presentan a los exámenes parciales) y en nuestro caso el uso complementario de instancias orales en la totalidad de las evaluaciones finales.

 

En líneas generales ¿Cómo imagina la educación pospandemia en nuestro país?

- Creo que, en términos agregados y para el país en general, enfrentamos un enorme desafío: o se aprovecha la oportunidad que este contexto representa en términos de avanzar en calidad, inclusión y equidad de oportunidades; o se acelerara el proceso de degradación de estándares que venimos experimentando hace ya muchos años.

Desgraciadamente me da la sensación que en pospandemia estaremos un peldaño debajo de los que estábamos antes, haciendo un mayor empleo de las herramientas digitales de manera mas bien mecánica, pero aun sin incluirlas de manera mas estratégica y estructural en el proceso educativo. La competencia con ofertas no tradicionales, sin embargo, nos volverá a empujar fuera del nuevo lugar de confort alcanzado.