Por Unidad de Comunicación Institucional FCE UNLP

"La Responsabilidad Social trabaja a largo plazo" - Entrevista a Liliana Galán

 

El proyecto que usted dirige se propone, entre otras cosas, crear un Observatorio de Responsabilidad Social. ¿Qué importancia le asigna a esta práctica en la actualidad?

- Hoy, es sumamente importante porque la Responsabilidad Social va un poco más allá de lo que entendíamos en los años 2000 y 2001, cuando empezó a hablarse de esta temática. Hoy en día es un tema que está en el tapete. En este sentido, se está pensando cada vez más en el triple impacto que tienen las organizaciones en la sociedad: lo social, lo ambiental y lo económico. Entonces ya hay un paradigma en las organizaciones, el de comprender cuál es su finalidad en el medio en el que está inserta.  

 

La iniciativa a su cargo surgió en 2012 ¿Cómo evolucionó la misma desde entonces?

- Aquel primer año, fue por la inquietud de un grupo de estudiantes, muchos cerca de egresar. Ellos se incorporaron al Programa Amartya Sen (PAS), que recién estaba lanzándose. Aquella iniciativa tenía un doble objetivo. Primero, formar a los estudiantes de la Facultad en temas vinculados al desarrollo humano. Y segundo, que los participantes pudieran formular un proyecto social. Entonces, desde un grupo de graduados, surgió la idea de hacer algo de Responsabilidad Social en empresas. Y como yo había dado la clase de Responsabilidad Social en el Programa PAS, me buscaron para poder darle forma a este proyecto de Extensión, llamado en su momento “Buenos días, buenas prácticas; Observatorio sobre la Responsabilidad Social”. Ese nombre fue variando a medida que pasó el tiempo. Hoy el proyecto está formulado teniendo en cuenta los objetivos del desarrollo sostenible.     

 

¿Cuáles fueron y son las actividades centrales que se realizaron en este marco?

Lo que primero hacemos es tratar de formar un grupo de voluntarios en temas que tienen que ver con la Responsabilidad Social. Este objetivo a veces lo logramos y otras no, ya que los estudiantes se comprometen en la medida que tienen disponibilidad y tiempo. Pero el objetivo más importante era difundir el tema de la Responsabilidad Social, porque muchas empresas no estaban familiarizadas con ella. Por eso le pusimos el nombre “Buenos días, buenas prácticas”. Porque queríamos incursionar en las pequeñas y medianas empresas. De manera que, en el primer año, nos asociamos con la UTN y empezamos a hacer unas encuestas a las empresas que teníamos más cercanas. También dimos un conjunto de charlas y, además, nos sumamos al Premio a la Responsabilidad Social Empresaria que desde ese momento, en 2012, hasta hoy hacemos todos los años. Luego, en un segundo momento, tratamos lo lograr la concurrencia de gente interesada a una serie de charlas en el marco de la Facultad. Esto nos dio la posibilidad de empezar a armar el Observatorio. En este marco, comprometimos a pequeños y medianos empresarios a integrar el jurado que otorga el premio anual a la RSE. Así avanzamos y el año pasado logramos hacer un relevamiento en 25 empresas. A ellas les entregamos un Manual en el que se indica cómo las prácticas de estas firmas impacta en los objetivos del desarrollo sostenible. 

 

En líneas generales ¿Cómo evalúa la actividad de Responsabilidad Social en las empresas y Pymes del Gran La Plata?

- En realidad, los empresarios no tienen conciencia de que hacen muchas cosas que tienen que ver con la responsabilidad social. En muchos casos, son prácticas naturalizadas. En general, el empresario pequeño o mediano está muy cerca de sus empleados, de su entorno y bastante activo en su sector. Entonces, ellos se ocupan de estas cosas. Y descubre que están haciendo prácticas de RSE cuando preguntamos sobre algunas cosas. Sin embrago, lo que no tienen son prácticas sistematizadas. Nosotros en el 2013, cuando se produjo la inundación en La Plata, pudimos notar que los empresarios sabían del impacto que su actividad tenía en la sociedad. 

 

Entonces es una práctica incorporada pero no identificada con la Responsabilidad Social

- Sí, no la tienen identificada como tal. Perro cuando vamos a hacer los relevamientos nos damos cuenta que el empresario está muy bien posicionado; que hace cosas que él nunca se hubiera imaginado, las cuales forman parte de un programa de Responsabilidad Social. Sí, en cambio, tienen internalizada la cuestión en el eje de lo ambiental. 

 

En función de lo que afirma ¿qué relación se puede establecer entre Responsabilidad Social y Desarrollo Productivo?

- La Responsabilidad Social tiene una premisa a partir de la cual se implementan las acciones: trabajar mirando el largo plazo. La Responsabilidad trabaja a largo plazo. Entonces, si se cuida el medio ambiente, los insumos, los recursos no renovables y se cuida a la gente que trabaja, tratando que tenga un salario justo y calidad de vida, todo eso impacta en el desarrollo productivo.   

 

Usted es Secretaria de Extensión de la Facultad desde 2010 ¿qué balance hace del trabajo realizado desde entonces? 

- Es un balance súper positivo, con excedentes. Creo que fue el área de la Facultad que más se desarrolló. En el primer ciclo, 2010-2014, nos costó sensibilizar a la comunidad de Ciencias Económicas en los temas de extensión.

 

¿Por qué? 

- Porque el tema no estaba desarrollado en la Facultad, era un área de vacancia. Y fuimos descubriendo, junto con la gestión, la importancia que la extensión tenía para la Facultad, para la sociedad y para la formación universitaria. Pero trabajamos muy fuerte y en el período 2014-2018 fue la eclosión. Después el camino no fue tan difícil. De hecho, de siete proyectos que se acreditaron en aquel primer año se pasó a los veintitrés actuales. Fue un camino muy intenso, de pasos rápidos. En este punto, hubo también una orientación muy fuerte de parte de la conducción de la Facultad en torno a la calidad de la extensión y el trabajo interdisciplinar con otras Facultades.