"Para cualquier país resultaría casi imposible definir si su esquema de feriados es correcto o si se está cerca o lejos de ese número óptimo" - Entrevista a Natalia Porto

La Doctora en Economía, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Económicas, enumera las conclusiones de su reciente trabajo sobre el esquema de feriados y el impacto del mismo en la economía. En la charla también describe cómo se relacionan los días no laborables y la cultura vacacional en la Argentina. Además, refiere a los casos de España, Portugal, Colombia y Chile.

Por Unidad de Comunicación Institucional FCE UNLP


¿Cuáles son las conclusiones centrales de su investigación sobre los efectos de los feriados y los días no laborables en el caso argentino?

- Nuestra investigación, que realizamos en forma conjunta con la Mg. Natalia Espínola y la Lic. Carolina García, encuentra que no existe un efecto significativo de la incorporación de días feriados o no laborables en la economía argentina, a nivel agregado. Sin embargo, existen varias limitaciones de nuestro estudio que merecen mencionarse para tomar estos resultados con cuidado. 
En primer lugar es importante aclarar que la motivación que nos llevó a adentrarnos en el tema de los feriados, ya sea en términos de la discusión de incorporación de nuevos feriados en el calendario anual, o en relación a las políticas de feriados puente o de feriados trasladables, fue principalmente como consecuencia de observar -tanto en el actual gobierno como en el anterior- el establecimiento y reglamentación de leyes sin un estudio preliminar previo que las fundamentara. En particular, en un tema tan sensible como este que involucra las posiciones y los posibles efectos sobre distintos sectores económicos, en forma totalmente opuesta. 
En segundo lugar, el resultado de que los efectos no son significativos, en el sentido de que agregar un día feriado adicional (es decir, contar con un día laborable menos) no genera impactos en el producto bruto interno del país puede tener que ver, precisamente, con el hecho de que coexisten sectores en la economía para los cuales los feriados adicionales generan mayor actividad económica (el ejemplo clásico es el turismo) y otros para los que parar la producción o actividad puede resultar muy costoso (por ejemplo, producción industrial y/o minería, profesionales independientes que “pierden” días de trabajo autónomo) o para los que afrontar las cargas laborales correspondientes a la remuneración de los días feriados puede ser hasta prohibitivo (por ejemplo, comerciantes de regiones no turísticas). Se hace referencia así a un efecto compensación entre sectores económicos. Por ahora nosotros tenemos los resultados agregados y podemos suponer que algo de lo anterior es lo que está ocurriendo, pero un paso siguiente será realizar un nuevo estudio donde podamos ver los efectos desagregados por sectores y/o por regiones. 
Una tercer y última cuestión adicional es que existen otros efectos de los días feriados que impactan más fuertemente en economías como la Argentina como ser los efectos sobre los días de escolaridad perdidos y que resultan aún más difíciles de estimar que los efectos desagregados por sectores y/o por regiones.

 

¿Qué diferencias centrales existen con los casos de España y Portugal que aborda en el trabajo?

- Nosotros iniciamos nuestro trabajo, como les comenté anteriormente, tratando de motivar y hacer entender a nuestros hacedores de política sobre la necesidad de tomar decisiones basados en diagnósticos de situación y estudio previo de la problemática. España y Portugal son ejemplos de países que han ido anteriormente en una dirección parecida a la nuestra, pero para los que tampoco se ha realizado un análisis previo pormenorizado para tomar decisiones e implementar políticas en relación a este tema. El caso de Portugal es interesante porque, consecuencia de una grave crisis económica por la que estaban atravesando, decidieron suspender cuatro días feriados (dos religiosos y dos civiles) por un período de cuatro años, entre el año 2013 y 2016. Eliminaron los feriados y volvieron a instalarlos sin mediar un análisis económico que pudiera sostener y avalar dichas decisiones. El caso de España es más interesante aún. La discusión que se renueva todos los años indefectiblemente es la propuesta de trasladar los días feriados a los días lunes con el objetivo de fomentar los fines de semana largos (es lo que en ese país se llama feriado puente, un concepto distinto al de nuestro país). La particularidad del caso español es que, a diferencia de Argentina o de otros países de América Latina para los que hemos revisado cuidadosamente toda la legislación, no es necesario cambios legislativos para trasladar o no los feriados a los lunes. El Estatuto de los Trabajadores permite al Gobierno español trasladar a los lunes la mayoría de los feriados que caen entre semana. Esta flexibilidad, que puede ser considerara un aspecto positivo, puede también tener efectos perjudiciales cuando año a año los distintos grupos económicos presionan al gobierno de turno para acomodar las políticas a su conveniencia.
Un hecho a destacar es que no tenemos conocimiento de estudios de cálculo del impacto de los feriados realizados para la economía española, pero si para el caso de Portugal, donde los resultados muestran que tampoco se encuentran efectos significativos de los feriados en el producto bruto interno de dicho país. 
     
 

¿Hasta qué punto los feriados y días no laborables impactan en las economías regionales de las zonas turísticas argentinas?

- Indudablemente las políticas de feriados impactan en las economías regionales de las zonas turísticas argentinas. Existen varios indicadores computados por el Ministerio de Turismo de la Nación Argentina, en base a la Encuesta de Viajes y Turismo de los Hogares, donde se pueden ver resultados en esta dirección. Por ejemplo, en el año 2014 se contabilizaron unos 6,79 millones de turistas durante los fines de semana largos, de los cuales un 94,8% viajó dentro del país. Por su parte, en los informes de esta encuesta para los años 2012, 2013 y 2014 se sostiene que la política de los fines de semana largos a partir de los feriados muestra un impacto positivo, ya que la estacionalidad en esos años (medida a partir de un índice de estacionalidad) es mayor cuando se excluye a los turistas que viajaron en Argentina fuera de días feriados, que si se los incluye. Definitivamente esta desestacionalización de la demanda es clave para la sostenibilidad de regiones turísticas de Argentina, un país donde el problema de la estacionalidad es muy marcado y se ha convertido en un tema de preocupación en el sector.  

 

¿Cómo definiría el actual esquema de feriados en Argentina? 

- Existe un trabajo de unos autores chilenos, Barrera y Garrido, publicado en el año 2018 donde se refieren a que sería posible encontrar el número de feriados óptimo que, dadas ciertas características, le corresponderían a cada país. Como resulta natural, muchos de los supuestos que propone el modelo teórico elaborado por estos autores pueden ser difíciles de cumplir, pero lo interesante de este enfoque es que plantea algunas cuestiones sobre las que es necesario prestar atención en relación al número de feriados. En ese sentido, el estudio concluye como mensaje general de política pública que los países que ofrecen una gran variedad de destinos turísticos para el turismo interno, o donde la capacidad de gasto de los hogares es alta o con pocos días de vacaciones, o donde el costo de transacción es bajo, deberían tener más días feriados. 
Para cualquier país resultaría casi imposible definir si su esquema de feriados es correcto o si se está cerca o lejos de ese número óptimo. Sin embargo, lo que si debe ser una premisa básica es el de la previsibilidad. Más allá de un juicio de valor sobre el actual esquema en Argentina, se destaca la necesidad de que se identifiquen las políticas a aplicar (incorporación de feriados puente o traslado de días feriados a los días lunes) en forma certera y previsible en el tiempo. El año 2017 fue un ejemplo de días y vueltas en relación a la normativa vigente con respecto a los feriados, a los feriados puente, al traslado de los feriados a los días lunes. Sin ir más lejos, a pocos días del primer puente de este año, el pasado 30 de abril, existía aún desconocimiento acerca del carácter del mismo. En particular lo que ocurrió es que la ley estableció la posibilidad de establecer tres puentes para los años 2018 y 2019, con la singularidad de que dichos puentes no se establecieron como feriados sino como días no laborables. Surgió entonces una nueva cuestión a tener en cuenta. Los días no laborables son días que, de acuerdo a la legislación, son días de trabajo optativo para el empleador, salvo en bancos, seguros y actividades afines, conforme lo determine la reglamentación y para los que entonces la remuneración es la misma que en los días laborables (mientras que para los días feriados rigen las mismas normas que para el descanso dominical, de modo que la remuneración, en caso de que se trabaje, es el doble de la remuneración usual). Por lo tanto, el pasado 30 de abril 4 de cada 10 empresas en Argentina tuvieron una jornada laboral normal. 

 

¿En qué medida los feriados puente modificaron la cultura argentina en torno a las vacaciones?

- Yo creo que los feriados puente han venido a consolidar una tendencia que, por distintos motivos, se ha venido dando en nuestro país. Hace un tiempo, el modelo vacacional era el de un período de vacaciones, generalmente coincidente con el receso escolar, donde las familias tomaban un descanso, por ejemplo, de 15 o 21 días de corridos. Desde hace un tiempo, y principalmente por motivos económicos, esta costumbre ha ido cambiando en el tiempo y las familias eligen de disfrutar de más períodos de vacaciones, aunque cada uno de ellos sea más corto. También ha colaborado en esta tendencia una mayor diversificación de destinos y un surgimiento de nuevos destinos turísticos que motivan viajar a lugares no tan tradicionales. 
Un dato interesante es que en la literatura económica hay dos posiciones encontradas con respecto al efecto de más períodos de vacaciones de menor duración. Mientras que una parte de la economía del comportamiento considera que quienes reparten sus vacaciones durante el año son más felices que quienes solo toman un descanso anual, otra línea se inclina por pensar que cuantos más períodos de vacaciones anuales toma un individuo, más stress se le genera y más posibles problemas derivados del viaje puede enfrentar. 
Entonces los feriados puente han venido a consolidar esta tendencia pero no es que han sido determinantes. Sin embargo, cada vez más y en la medida de lo posible, las familias buscan alejarse también de fines de semana largos en búsqueda de ofertas de precios y mayor tranquilidad. Definitivamente, para aquellos que no pueden “elegir” el momento de tomar sus vacaciones, la política de feriados puente o fines de semana largo es un factor fundamental. 

 

Colombia, Chile y Uruguay son los países de la región con más feriados. ¿Qué criterio se usa en esos casos para definir los días no laborables?

- No existe un criterio que podamos definir y que nos de certeza acerca de cómo cada país decide establecer sus días feriados y no laborables. Resulta llamativo el caso de Colombia, el país con el mayor número de feriados a lo largo de todo el período comparado con el resto de los países que hemos analizado, y que también tiene una política clara y que ha mantenido a lo largo del tiempo, de que la mayoría de ellos se trasladan al día lunes. Sin embargo, un hecho sumamente revelador de las idiosincrasias de los países es un fenómeno singular que se dio en Colombia y en Chile, en los últimos años, cuando surgió en cada uno de ellos un fuerte debate relacionado con la posibilidad de aumentar los días de vacaciones y/o la reducción en la jornada laboral pero teniendo como contrapartida la eliminación de días feriados. Si bien ninguna de las iniciativas pudo culminar en forma exitosa en los casos puntuales mencionados, sí han alertado sobre la necesidad de que, además de todo lo que hemos mencionado a lo largo de la entrevista, estas particularidades también deben ser tenidas en cuenta a la hora de analizar el efecto de los feriados y días no laborables sobre las economías. 

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