La Maestría en Marketing Internacional es un hito importante en mi vida, realizarla la considero una decisión muy acertada de la cual aún hoy me felicito.

Cursé a mediados de los 90s, años difíciles, y obtuve el grado de Especialista. En aquel momento no había materias ni guía para orientar en la realización de la tesis, cuestión que si bien inicié, no alcancé a concretar.

Valoro y recuerdo con sumo respeto profesional y estima, a profesores como Jorge Gatto, Alberto Wilensky, Hugo Settembrino, y especialmente a Nello Gaspardo un italiano que recuerdo por su condición de “maestro”, su profusión de conocimientos y su magnífica calidad comunicacional.

“Siempre recuerdo, que terminando de cursar la carrera de grado en diseño industrial, descubrí un artículo de la Revista Negocios que hizo que me enfocara en la decisión de continuar mi formación con la Maestría en Marketing Internacional (MMI).

Al graduarme en 1997, como existía una cohorte en curso, recién pude ingresar y cursar la maestría entre 1999-2000. Durante este período, en la MMI coseché importantes relaciones académico-profesionales de colegas y profesores, que me permitieron alcanzar diversas experiencias aplicando los conocimientos adquiridos, tanto como profesional en empresas de la región, como así también complementando mi actividad científica con una formación en el exterior.

Sin duda, este programa de formación, ha sido clave en las acciones estratégicas (y multidimensionales) aplicadas, que me han permitido liderar diferentes procesos tanto en el sector público como privado.

En mi caso, la maestría de marketing internacional fue la puerta de entrada al mundo de los negocios internacionales, y por decantación al inquietante, atractivo, creativo y tan dinámico mundo del marketing.

Sin dudas, la maestría despertó en mi la curiosidad por el saber y el diseño metodológico tan necesario para abordar la problemática científica, técnica y aplicativa de la compleja temática que aborda el marketing.